jueves, 30 de julio de 2009
Pecera Interior
Labios de papel,
letras mojadas se escurren
entre los lagrimales del pez que coletea
en mi estómago.
Ántes, fué un nudo en mi garganta
pero no hacía cosquillas y
no sentía la rugosidad de su piel,
sus escamas frías rasgaban la voz del viento y la huella del agua.
El surco que deja su ausencia
lo llenó mi ignorancia.
Seguridad y desconfianza.
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